5 de febrero de 2009

País

No me explico por qué razón ha recibio con tantas alharacas, como si le rindiera pleitesía, Rodríguez al Cardenal Bertone. Pero Zapatero sabe que aquí, en nuestro país, está de moda ser de izquierdas. Amigo, la fe la lleva uno dentro y posicionarse en contra de El Vaticano al Gobierno puede costarle casi dos millones de votos. Hablamos de votos: "Scolti, tú, la pela es la pela". No vale con someter a las juventudes españolas a ese parida socialista llamada Educación para la Ciudadanía (Off-Topic: No estoy en contra de la asignatura, me parece una materia con mucho recorrido, pero trata de adogtrinar en cuestiones que no es conveniente adogtrinar, ya que la educación tiene que tener lugar en casa, no en la escuela), sino que ahora trata con estas recepciones de bailarle el agua a Ratzinger Z y consigue quedar bien con un "Benny, Benny, que yo soy super católico y a la Iglesia la llevo aquí dentro, a la izquierda del pecho, donde anda el corazón".

No me lo creo. No me lo creo porque entre todos los políticos consiguen que ya no me crea nada. Escepticismo puro y duro. Ni Pirrón, oiga. Si hasta a Rosa le ha dado un jari.

Han traído al pobre Bertone a unas conferencias sobre no sé qué tema, y no lo sé porque no es lo que importa, y no importa porque esta es otra de las estrategias del partido que se encuentra en el poder ¿Que qué estrategia es? Amigos taberneros, pues la de todas las semanas. La de la trama de espionaje, la de Maleni peleada con la nieve, la de Sebastián y sus bombillas, la de Soraya y sus fotos de femme fatale o la del mismo presidente del Gobierno, es decir, la de la distracción o la de quedar bien o la de parchear y tirar hacia adelante, la de tantas y tantas actuaciones que siempre distraen la atención de lo que realmente importa.


Y esa cuestión es la del camino constante, tenaz, abusivo, pertinaz e irreductible hacia los cuatro millones de parados y en pleno ciclo recesivo. Y hoy, día en el que -supuestamente- se ha enterado España de que el Gobierno mintió cuando explicó esas ayuditas a los bancos, lo único que se le ha escuchado a Montoro, responsable del área económica del PP, es que ellos ya sabían que esas ayudas no iban destinadas en plenitud a las PYMES y autónomos (tan sólo un 25%). Lo dicho, triste, muy triste. Solo nos queda lo que siempre hemos tenido y a lo que tendremos que apelar, nuestro esfuerzo.

Pero bueno, qué más dará todo esto cuando lo importante es no perder las elecciones que tendrán lugar dentro de un mes escaso. Unos se esfuerzan en quedar bien con la Iglesia (me acabo de enterar, pro cierto, que Dios da votos), y otros -Rajoy y su comadre Cospedal-, para no perder o quién sabe si para perder de la manera más honrrosa, se han ido a Suiza y Francia, respectivamente, a pescar votos. Lo dicho, país.

10 comentarios:

  1. Pero al parecer la gente sigue contenta con el gobierno que tenemos no???

    ResponderEliminar
  2. Yo emigré a Alemania. No atan los perros con longaniza ni mucho menos pero oiga, qué diferencia de nivel.

    ResponderEliminar
  3. Eres un poco cabezón, Juan ¿no te das cuenta de que aquí nadie está haciendo nada bien?

    ResponderEliminar
  4. Puede que llegue tarde para hablar, pero aún creo queda algo por decir.

    No creo que a Zapatero se le haya paseado por la cabeza ni la más mínima brisa de Roma. Ni mucho menos. Bertone, aún siendo obispo -para mí más importante que cualquier otra cosa-, también es un diplomático, y así es como ha sido tratado por nuestro gobierno. Digamos que el Secretario de Estado Vaticano es como nuestro Ministro de Exteriores. Me saldría decir que más inteligente, más sensato y más honrado; en definitiva, más cristiano. Eso sí, sin ánimo de ofender.

    Pero resulta que este "ministro de exteriores" lleva una política que hoy por hoy está muy poco de moda. Me refiero a una política que se preocupa por buscar la Verdad.

    Sí, es cierto, insisto: LA Verdad. Si alguien aún piensa que estoy sacado de otro siglo, que lo haga, pero me niego a renunciar a mi pasión por la Verdad. Es cierto que cada uno puede expresar sus opiniones, pero en un mar de opiniones el hombre acaba ahogándose. ¿A qué tabla agarrarse para no naufragar? Todas igualmente expresables, pero me atrevería a decir que no son todas respetables. Hay una clase de opiniones que no se pueden respetar: aquellas que se pronuncian con su funeral ya celebrado, es decir, sin inquietud por la verdad. Quisiera venir decir que si alguien se atreve a cambiar su propia opinión porque ha encontrado una verdad mayor, quiere decir que aún está vivo. Es más, esta clase de personas no se cierran en banda, sino que escuchan atentos a todo el que quiere hablar.

    Y en esta situación estamos: Zapatero y Bertone. ¿Quién escucha a quién? Zapatero habla, Bertone escucha; Bertone habla, Zapatero no quiere escuchar. Y digo bien. No quiere escuchar porque no le interesa la Verdad. ¿Quién es, pues, más intransigente? La apertura vaticana no, dado que quiere escuchar y ser escuchada. Y el que tenga oídos para oír que oiga.

    Querido Javier, puede que sea una estrategia de distracción, y hasta es altamente probable que así sea, pero me da la impresión de que el problema es mucho más hondo.

    Cuando se pierde el amor por la Verdad y además se preside un país, solo se otea un final: el hombre confundido naufragando en el mar de la confusión de tantas opiniones "respetables".

    ResponderEliminar
  5. Melchor, bien sabes cómo pienso.

    Espero que te acuerdes de lo que un día os dije a Jose Manuel y a tí en Argentina. A la Iglesia le falta "pensar más laico", y si lo extrapolas a este caso, ponle "pícaro".

    Bertone -y El Vaticano- han picado. Han caído y aunque te pese, han sido un poco pardillos -ya sabes que estas cosas las digo con todo el respeto que mi forma de ser me permite-.

    ResponderEliminar
  6. Cierto, una solución sería ser un poco más pícaros. Pero ser así no lleva más que de picardía en pacardía, es decir, "de mal en peor y bajando" (como diría San Ignacio de Loyola).

    Otra posiblidad es que a la Iglesia le empiece a ser indiferente cualquier realidad que no sea ella misma. Un poco egocéntrico, ¿no?

    El caso es que veo que aún habiendo estudiado en ACdP nadie ha sido capaz transmitirte el mínimo del carisma de Herrera Oria. Sí, efectivamente, él también veía en su momento tantos problemas político-eclesiásticos como vemos ahora. Quizá incluso más. Pero, siendo laico, buscó una solución urgente: formar líderes sociales cuya base no sea otra que la de transformar la sociedad con pensadores, y éstos, cristianos.

    Afirmar que la Iglesia no "piensa en laico" es no conocer la Iglesia en su totalidad. Insisto, es conocer más el periódico de turno que la propia Iglesia.

    No te preocupes que las afirmaciones que vienen del respeto no me ofenden, me ayudan a seguir buscando la Verdad.

    ResponderEliminar
  7. No me has entendido, cuando digo "pícaro" no me refiero a que actúe de la misma forma que el gobierno español, pero que sí trate de saber para qué y por qué busca éste un acercamiento.

    Hablas de la ACdP y me entra la risa floja. No me hagas hablar de mi facultad.

    Y tienes razón, no conozco a la Iglesia en su totalidad porque también ella no se deja conocer en jóvenes como yo. A lo mejor no es un problema de forma -que es lo que yo veo- sino de fondo, y es algo que no se puede solucionar porque a la sociedad no le llegue lo que la Iglesia quiere transmitir y ésta no quiere hacer "2.0"...

    ResponderEliminar
  8. Bueno, sigo sin ver la necesidad de hacer un 2.0, porque no se trata de que haya algo pasado de moda que hay que actualizar. ¿O es que la Iglesia no es la única entidad que se actualizada a cada momento, en cada lugar, en cada circunstancia y con cada persona? De hecho hay muchos jóvene como tú apasionados por la Iglesia, y soy testigo de ello. Una última cosa: "Ven y verás".

    ResponderEliminar
  9. Melchor, he estado y ví. No creo que puedas juzgarme a mí como joven que no ha conocido la Iglesia, creo.

    Y sí, creo que algunas cosas podrían hacerse 2.0.

    PD: ¿Tenéis blog en la página del Seminario? :)

    ResponderEliminar
  10. Je, je... Bien sabes donde dar duro...

    Creo que ha sido en este mismo blog donde he dejado mi reflexión sobre la Verdad. No volveré hacerlo. Pero jamás seguiría MI verdad. Prefiero simplemente buscar LA VERDAD. Y lo que pido es eso, que haya gente que quiera buscar LA VERDAD, que es UNA y ÚNICA para todo hombre, de todo tiempo y en todo lugar. Insisto: no confundamos opinión con verdad. La opinión es variable. La verdad se impone. Porque la verdad es la auténtica realidad que nadie puede negar.

    Resulta que en mi pueblo, uno de estos que está escondido -y casi aislado- en plenos montes de Toledo, hasta hace bien poquito, concretamente, hasta que llegó la radio, se hablaba en castellano antiguo. Efectivamente, exactamente igual que en El Quijote de Cervantes. Mi abuela en ocasiones aún habla así. Es una peculiaridad. Es una cultura. ¿Pediremos por ello la independencia? ¿Nos vamos a constituir en nación? Más bien al contrario: ofecemos nuestro patrimonio, diverso del de otras regiones, para el bien de la cultura de España.

    Mi intención en ningún momento ha sido la de menospreciar el sentimiento idetificatorio de las regiones de España, pero sí el sentimiento nacional. ¿Se puede tener sentimiento nacional de algo que nunca ha sido nación?

    ResponderEliminar