20 de enero de 2009

Me lo imagino en blanco y negro

Como el mejor film noir de la década de los 40 y los 50. Así veo la trama que estos días el diario El País está tratando de endosar de manera fascicular a sus lectores habituales y a los de derechas también, porque el morbo vende.

Francisco Granados no sería el prota. Aquí yo le doy galones a Marcos Peña, jefe del particular Centro Nacional de Inteligencia del Consejero de la Comunidad de Madrid. Es un personaje oscuro, labrado en mil batallas y que lo ha visto todo. Desde la carga y descarga de barcos y camiones en los barrios cercanos al puerto hasta timbas de póquer con culebrillas de todo pelaje (imprescindibles son el borracho perdedor y el mafioso sin escrúpulos, si es italiano o irlandés, mejor). Marcos Peña sería en mi particular film titulado Hopeless (Sin Esperanza), ese personaje honesto, leal y atento que lo daría todo por su jefe, Francisco Granados, buena gente en las distancias cortas y malo malísimo en las distancias largas, o sea, cuando no puedas verle y la oscuridad con la que siempre ataca no te permite ver el cuchillo que empuña.




Aquí, Marcos Peña.


En mi Obra Maestra nunca llegaría a tocar el personaje de Esperanza Aguirre, no es que no venda, es que nunca me metería con una tipa que me recuerda a los ex combatientes de Vietnam. A mi me enganchan más los ex guardias civiles contratados por "ser amigos de Granados" (a saber qué favores les debe). Los dejaría en tres. Uno debería ser el típico corto de miras pero largo de brazo. Otro, un aguililla que maneja al tonto para que éste sea el que reparta los panes. Y un tercero, el clásico hombre de familia que se ve obligado a trabajar con sus secuaces por falta de medios y que por cierto, siempre muere.


Esta trama no la veo desarrollada en Madrid, no sería la misma sin una ciudad con un invierno más duro que la capital (mi peli sería en invierno, claro), un río que inundara de niebla y humedad la nocturnidad compleja de esta ciudad, cosida de puentes de acero y baretos donde te puedes encontrar lo mejor de cada casa, desde un político hasta un personaje o un periodista del corazón. Amistades que nunca querría tener.

1 comentario:

  1. Me he permitido leer el blog escuchando de fondo a Jose Ramon de la Morena. Y me he sorprendido, porque tu estilo es francamente parecido, cuidado, incisivo, habil y mordaz. Como te he dicho antes, vas por la senda del exito; pero cuidado, se tu mismo, porque a ese tipo, el tal De la Morena, el ego le llega al cielo!!

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